Quedarte sin combustible: además de avería puede considerarse motivo de multa Quedarse sin combustible, esa situación que nos aterra a más de uno cuando vamos por carretera. En este post te hablaremos sobre las consecuencias de que este catastrófico hecho se lleve a cabo. Te explicaremos el procedimiento, el importe a pagar y algunos otros detalles, continúa leyendo para conocer todos los detalles ¡empezamos! Índice de contenidos1 Quedarse sin combustible: una situación que ocurre muy a menudo2 Sanción por quedarte sin combustible3 ¿Cómo podremos conseguir el combustible?4 ¿Cuál puede ser la avería de quedarse sin combustible?5 Conclusión Quedarse sin combustible: una situación que ocurre muy a menudo Ir conduciendo, y de repente suene el pitido de la reserva y pensar “con lo que me queda puedo aguantar”. Esta situación sucede más a menudo de lo que pensamos. Tener un despiste, o una mala planificación, puede llevarnos a que nuestra autonomía se agote y con ello viene dado el poder quedarnos tirados en el lugar más inesperado. El hecho de quedarse sin gasolina, o gasóleo es un problema muy serio, ya que este puede provocar una situación peligrosa si ocurre en el lugar menos esperado. Por ello es necesario que se conozcan las averías y multas que puede acarrear el hecho de quedarte sin combustible. El hecho de quedarte sin gasolina, o gasóleo, como tal no conlleva una sanción, pero sin embargo las consecuencias que esto pueda tener si lo hace. Sanción por quedarte sin combustible Como hemos comentado anteriormente, el hecho de quedarte sin gasolina como tal no está sancionado. Sin embargo, el hecho de quedarse sin gasolina como tal en mitad de una carretera, nos obligará a buscar de forma urgente un lugar donde estacionar el vehículo. Esa acción si es el objeto de multa con 200 euros por estacionar en lugar indebido, ya que la maniobra supone un riesgo para otros conductores que circulen por ese mismo lugar. Hay que tener siempre presente que, el problema de quedarse sin combustible (ya sea gasolina, gasóleo o gas) conlleva la pérdida de control sobre nuestro vehículo, y esta situación nos obliga a realizar una detención inmediata, sea donde sea, y sea como sea. También cabe destacar que esta maniobra de estacionamiento se considera de gran riesgo, ya que la falta de combustible provoca el apagado del propulsor, y esto se vuelve de gran riesgo al desconectarse elementos auxiliares como la asistencia a la dirección o el servofreno. ¿Cómo podremos conseguir el combustible? En el caso de quedarnos sin gasolina, y el hacerlo en un lugar en el que no impidamos la conducción segura a nadie, no habrá más problema. Pero por regla general siempre que se dan estas situaciones, estas ocurren en carreteras secundarias y vías interurbanas. Muchos de nosotros cometemos el error de repostar gasolina o diésel en cualquier recipiente, y la multa por no utilizar una garrafa homologada puede ser de hasta 3.000€ de multa. También hay que tener en cuenta que,si nuestro coche se ha quedado sin gasolina, movilizar nuestro vehículo puede ser otro problema no menos importante. En primer lugar, si recurrimos a la asistencia en carretera de nuestro seguro, podemos encontrarnos que el quedarse sin gasolina no esté cubierto. El siguiente paso será el momento en el que tendremos que desplazarnos a una gasolinera – la más cercana posible – para conseguir el combustible en el recipiente homologado para ello. Para este transporte de gasolina o gasóleo estamos en la obligación de utilizar estos recipientes homologados, o en su defecto podremos recibir una sanción de hasta 3.000€. ¿Cuál puede ser la avería de quedarse sin combustible? El momento crucial es en el que arrancamos el vehículo ¿y si este no arranca? En este caso tu próximo destino será el taller. Los coches más modernos, en especial, aquellos con motores diesel que utilizan sistemas de alimentación donde la falta de combustible supone un serio problema. No podemos hablar de una avería como tal, ya que no se ha roto nada. Sin embargo, el vaciado del circuito de alimentación provoca la entrada de aire y la caída de presión en el mismo. En esta situación el sistema de inyección no es capaz de restaurar la presión mínima para conseguir el arranque del vehículo, lo que provocará numerosos intentos fallidos de arranque y un más que probable agotamiento de la batería de arranque. Recuerda: no es conveniente intentar arrancar demasiadas veces un motor que se ha quedado sin combustible, agotamos la batería y sobrecalentar el motor de arranque. En el caso de los motores de gasolina, no suele haber problemas tras forzar el arranque, en varios intentos el motor despierta. Igual sucede con la mayoría de motores diésel antiguos, propulsores que a base de intentos consiguen precargar el circuito de alimentación. Nuestra recomendación es que nunca conviene forzar el motor de arranque del vehículo y quedarse sin combustible, ya que si éste no arranca podemos sobrecalentar el motor de arranque y agotar su batería. Añadiendo a esto la visita al taller sumaría nuevos motivos lo que conlleva un aumento del importe al final de la facturación. Conclusión Nuestra recomendación es que nunca apuréis el deposito nunca hasta su límite para ahorraros disgustos y no quedaros sin combustible. Y si se da el caso por un despiste, confiamos en que siempre tengáis todas las herramientas homologadas necesarias para estas ocasiones. En caso de fallo en su motor os dejamos el contacto de nuestro taller, al que podréis acudir teniendo cualquier modelo de coche de cualquier marca.